jueves, abril 05, 2007

MAS CONTRA EL LADRILLO

Vuelvo a la carga contra las constructoras.

La crecida del río nos va dejando más y más problemas. Pero el río siempre ha estado ahí... o no siempre. La zona que está creciendo últimamente mucho, en el entorno de la Estación del Norte y Azucarera, está en zona que anteriormente era paso del río. De ahí su nombre, Balsas de Ebro Viejo. Zona pantanosa, con bastante agua subterránea. Ahora, el Ayuntamiento concede licencias de obra, en su afán especulativo, y empieza a construir casas con más alturas de las que sería coherente, e incluso dos plantas de aparcamiento subterráneo.

El ayuntamiento firma y concede licencias, y me da la sensación que no impone una normativa para evitar las filtraciones en estos casos. Los constructores queriendo agrandar su fortuna, incrementan injustificablemente los precios de las viviendas que construyen, disminuyendo las dimensiones de los pisos, e incluso reduciendo la calidad de materiales o medidas protectoras.

Estos días de crecida, se habla de pueblos ribera arriba y abajo de Zaragoza, con los problemas lógicos de este tipo de avenidas. Pero poco se habla de las chapuzas arquitectónicas que se están haciendo en Zaragoza, con garajes inundados con más de medio metro de agua, y el coste que nos supone a todos los ciudadanos tener a los bomberos achicando agua. Y lo hacen a sabiendas de que reducir el nivel del agua que anega sus garajes y trasteros, es una medida momentánea, pues hasta que no baje el caudal del río, no lo hará en sus garajes.

Las constructoras, una vez entregados los pisos, hacen caso omiso a este tipo de reclamaciones. Es muy triste que en primer lugar, el Ayuntamiento no se asegure de que al construir en una zona inundable, se tomen las medidas necesarias para aislar de una manera efectiva las plantas subterráneas de los edificios. Es muy triste que las constructoras construyan con materiales tan bajos de calidad, y luego se desentiendan.

La ley debería protegernos frente a la fuerza del ladrillo. Los ciudadanos estamos indefensos ante el poder del ladrillo. Pagamos y no tenemos derechos. Nos engañan, y tenemos que aguantarnos... ¿tendremos que dejar de lado la ley y aplicar una ley más justa? Esto está pasando en otras sociedades... es una medida radical, pero el ciudadano de a pié, no se siente arropado por el actual sistema.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a decir toda la verdad: todo el Actur es terrtorio del Ebro y cuando venga una riada de verdad extraordinaria se inundará irremisiblemente,
un saludo

Chusanch dijo...

También Amsterdam está bajo el nivel del Mar, y no por ello deja de desarrollarse. Si las cosas se hacen bien, se construyen protecciones y se usan materiales adecuados, no debería haber problemas... Las riadas, ciertamente, son incontrolables... pero no por ello ha de conformarse uno.

Anónimo dijo...

Pero en Amsterdam están "civilizados" hace tiempo.. ¿te imaginas el metro de Madrid sin tornos como en Holanda? ¿Allguien pagaría? Pues los constructores y las autoridades (todas) igual.. Nos hace falta una mentalidad de comunidad como tienen allá en vez del espíritu de picaresca, del beneficio rápido y de engañar a las leyes (humanas y naturales).

Uff.. vaya pedazo de reflexi´n a lo tonto..

Chusanch dijo...

Tampoco hace falta esperar a que llegue el metro para que la gente aplique toda su picaresca... Actualemente en los autobuses de Tuzsa, ¿cuántos se suben y pasan la tarjeta bus que les indica que no tienen saldo, o que no han descontado un viaje...y nadie les dice nada?

No esperemos milagros. La mentalidad de comunidad, es esta ciudad, no existe... solo, cuando se inundan los garajes...