domingo, julio 29, 2007

NAVEGABILIDAD DEL EBRO: UN CASO PROBLEMÁTICO

Desde hace años se lleva hablando de la posibilidad de volver a hacer el Ebro navegable. Conforme pasan los días, este proyecto se va convirtiendo en un culebrón, que va destapando más sorpresas.

Todo parecía empezar tras una revisión histórica, en la que Zaragoza disponía ya en tiempos de Roma, de un puerto fluvial. De ahí, se pasaba a una imagen en nuestra imaginación que diseminaba "bateaux mousches" por el río a su paso por Zaragoza. Para ello, se decidió crear un azud para levantar el nivel de las aguas. El problema parecía entonces en la subida del nivel freático del río, que pondría en riesgo ciertas construcciones modernas (sobretodo, garajes) en la margen izquierda. Las obras de la presa parece que avanzan a buen ritmo y desgraciadamente, parece que no contará finalmente con una central hidroeléctrica, como se había comentado en un primer proyecto. Nada se ha vuelto a oír de la afección que subir el nivel de agua a su paso por Zaragoza tendrá sobre ciertos edificios. Reciente tenemos todos, los problemas que han surgido con las últimas inundaciones.

Luego vinieron los "barquitos" que se alejaban de las flamantes embarcaciones francesas, para convertirse en pequeñas barcas, para un máximo de 80 personas, aunque también está la posibilidad de convertirlas en mini restaurantes de máximo 50 personas sentadas. Eso sí, funcionarán con energía solar... algo novedoso. Espero no presenciar como uno de estos barcos se queda sin electricidad una noche en medio del río... (Ya lo sé, uno, que siempre le da por pensar mal...)

Pero el culebrón no acaba aquí... Ahora resulta que hay que dragar el río y crear un canal para el paso de dichos barcos a la altura del puente de Piedra. Y eso supone alterar la estructura de dicho puente, considerado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2002. Según fuentes de Heraldo, la modificación necesaria conllevaría la construcción de un canal de un metro de profundidad debajo de uno de los arcos del puente. Heraldo añade que "La figura de protección, por lo tanto, no parece encajar con el proyecto de Expoagua de rebajar un metro la solera de uno de los arcos para construir un canal de hormigón, de quince metros de ancho y otros tanto de largo, que garantice la navegabilidad del río entre el azud de Vadorrey y el embarcadero Expo, en el meandro de Ranillas."

Esta nueva sorpresa que se nos anuncia ha empezado a dar discusiones entre unos y otros, algo a lo que ya estamos tan acostumbrados. Otra chapuza más que demuestra que todo este proyecto es una continúa improvisación.

Espero que todo salga bien, por la imagen que Zaragoza ha de mostrar al mundo, pero la verdad es que con semejantes actos, difícil será que todo salga bien. Veremos qué pasa en el siguiente capítulo.

2 comentarios:

Sylar - DestruirZaragoza dijo...

Digo yo: ¿Qué más dará que sea navegable o no? ¿Merece la pena romperse tanto la cabeza y el bolsillo para que vayan 3 barquitos?

A mi no me haría ninguna gracia que hicieran el azud si viviera en el arrabal...

Chusanch dijo...

Hombre, la verdad es que siempre se ha existido el comentario que el río era simplemente una "frontera" entre un lado y otro de la ciudad; que vivíamos de espalda al río; que sería bonito el poder hacerlo navegable.

El tema es que cuando se planteó su navegabilidad, se nos dijo que con el azud iba a ser suficiente, y ahora parece que no.

Para los del Arrabal que tienen problema con las inundaciones de sus garajes, es incluso conveniente, pues no es necesario subir el nivel de agua más de lo que se estime normal en el resto del río.

La medida sin dejar de sorprenderme y pensar que es una chapuza más, tampoco me parece mal del todo. Lo que me fastidia es la improvisación de nuestros dirigentes.

Lo de los barquitos, podría ser mejor, indudablemente, pero creo que para los que cruzamos el Ebro a diario, supone "darle vida" a una zona que hoy por hoy, está abandonada. Parece que los ecologistas estan en contra de "urbanizar" el cauce (¿Hay algo con lo que estén de acuerdo?) pero si con el azud y estas obras lo único que ganamos es que los barquicos surquen las aguas, la inversión me parece que habrá sido demasiada.

Eso sí, me niego a que "encaucen" el río con un manto de cemento. El río ha de ser un entorno vivo, y lleno de naturaleza. Es por eso, que pido que todos los "bosquecicos" que hay en las orillas, se mantengan, pero se adecúen para que los ciudadanos podamos, en la medida de lo posible, disfrutarlos, pasear por ellos...