miércoles, septiembre 19, 2007

EL CANAL DEL EBRO

Estos días estoy viendo, como el resto de los ciudadanos, una excavadora en medio del río, dragando el río. La verdad es que cuando se propuso dragar el río, pensaba yo, ingenuo de mi, que se sacarían del cauce los sedimentos y restos arrastrados de los últimos años, ganando así profundidad en el río. De ahí, creía yo, que se quejaban los ecologistas estos días pasados.

Pero me he ido dando cuenta que el dragado del río supone la creación de un canal. Es decir, que no se hace para ganar profundidad, sino para permitir el paso de los barcos. Es decir, que se limpiará de restos una pequeña parte del cauce, mientras el resto seguirá igual de sucio que hasta ahora.

Aunque para aquellos que me leen asiduamente les parezca extraño, he de reconocer que no me parece bien el dragado. Para mi, el dragado consistiría en limpiar todo el cauce, de orilla derecha a izquierda. Obviamente, riadas futuras, volverán a ensuciar la base del río, pero es entonces cuando un dragado menos agresivo podría hacerse, pero una base, la creo totalmente necesaria.

No juguemos a los "barquicos" y hagamos las cosas bien.

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